Comunicación entre el feto y su madre.



Comunicación entre el feto y su madre.

Durante el siglo XX se creía que cuando un bebé estaba en el útero de la madre eran incapaces de sentir y recordar, incluso que ellos estaban "protegidos" de las influencias del medio ambiente y del medio interno proporcionado por la madre, pero esto fue finalmente desmentido por un estudio científico que permitía comprender que los fetos en desarrollo sí sienten, sí recuerdan, son capaces de responder a los estímulos, aprender y tener una comunicación con su madre.


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Movimientos, luces y sombras, sonidos, voces, estados internos y contacto a través de las fronteras de la piel producen intercambios que estimulan al bebé, activando reacciones, movimientos, despertares de ensueños intrauterinos y graban caracteres durante la gestación.
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El feto se mueve en el interior e interactua con su madre y ésta le corresponde por medio de secreciones hormonales que está constituyendo para su bebé.


Otra interacción entre ambos es la siguiente descubierta hace no mucho:

Los órganos de la madre contienen células procedentes del bebé pasan a la madre y se guardan en la médula ósea formando parte de la reserva natural de células que todos tenemos. Por ser más jóvenes que las de la madre, tienen gran capacidad para regenerar y rejuvenecer el cuerpo de la mujer. Otras se  dispersan en los órganos de la madre: piel, tiroides, hígado, riñón, glándula adrenal y pulmón. Se denominan progenitores celulares asociadas al embarazo (PACP), por su origen fetal tienen una gran capacidad de autorenovación y colaboran con las células madre adultas en la función regenerativa del cuerpo de la mujer. Se ha comprobado que se traspasan a partir de la cuarta semana y que luego la mujer las conserva toda la vida. Este descubrimiento puede tener importantes aplicaciones clínicas porque son células diferentes que conviven.

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